La demandante, una mujer de 26 años de edad, contrató a uno de nuestros abogados para demandar al hospital y al doctor por las lesiones que su hijo sufrió durante el parto. La demandante firmó un documento de consentimiento indicando que se haría un cesaria debido al gran tamaño del bebé. La demandante declaró que a pesar de eso el doctor decidió realizar un parto natural porque lo consideró apropiado.
El abogado de la demandante aseguró que el tamaño del bebé causó que el hombro de éste se enredara en el útero y que la única opción adecuada era una cesárea. Un obstetra experto admitió que el doctor debió haber hecho una cesárea debido al tamaño del bebé. Debido a la acción negligente de no hacer una cesárea, el bebé sufrió daños permanentes en su plexo braquial que subsecuentemente le causó parálisis de Erb en el brazo izquierdo.
El pediatra neurólogo de la defensa testificó que el niño no sufrió ninguna limitación en el movimiento de su hombro izquierdo, pero a pesar de eso, nuestro abogado pudo probar que el trauma sufrido durante el parto causó otras complicaciones, como falta de oxígeno y subsecuente daño cerebral.
Como resultado las partes litigantes acordaron una compensación monetaria de $3,350,000.